Las
luces en la Navegación
Luces en las Embarcaciones
Una embarcación va navegando en la noche. Su timonel avista
una boya que tiene su luz apagada. Ello es contrario a lo que la
carta indica. Se acerca a ella a fin de identificarla cabalmente. La
ilumina con un reflector de mano. Toma nota de los datos que exhibe
la boya y para volcarlos enciende una luz en su mesa de navegación.
Toma su equipo de VHF y radia el aviso a la estación costera
de la autoridad marítima a cargo del control de boyas para
informar la ausencia de señal. Inmediatamente vuelve a
cubierta.

La simple descripción de una situación imaginaria. pero
repetidamente ocurrida al navegar de noche, nos lleva a plantearnos
que ocurre con las luces abordo al momento de navegar y como estas
influyen en la comunicación.
Comunicando la posición.
Las luces de navegación nos indican que un barco navega en la
noche y además nos comunican por medio de los colores hacia
donde ese barco se dirige. Así una luz roja a nuestra proa nos
indicará que la nave que vemos nos presenta su babor y nos
cruza desde la banda de estribor a babor. Obviamente son nuestras
propias luces las que le comunican a otra embarcación el tipo
de barco, la posición y como nuestro barco esta presentado a
su vista.
Las luces de navegación deben encenderse desde la caída
del sol hasta su salida. Igualmente en períodos o situaciones
de visibilidad reducida como ser por niebla o fuerte lluvia.
Obviamente las luces exigidas y obligatorias para una embarcación
navegando o fondeada difieren según la embarcación que
se trate.
Comunicando el tipo de barco:
Según donde estén ubicadas dichas luces también
se podrá inferir que tipo de barco es.

Si vemos que las luces de navegación están sumamente
elevadas se ha de tratar de un velero. Si las luces son bajas podrá
tratarse de un velero o de una embarcación a motor. Sin
embargo esto no es absoluto ya que la oscuridad y la distancia muchas
veces nos presentan situaciones que luego comprobamos no tan exactas
ya que previendo que la nave que visualizamos es un velero luego al
acercarse podrá convertirse en un barco de porte. Por ello es
importante estar atentos hasta el momento de determinar clara y sin
dudas que embarcación tenemos a la vista pues de ello deriva
la conducta que deberemos mantener en cuanto a rumbo y posición
por nuestra parte. Dentro del segmento de comunicación por
luces también nos encontramos con aquellas embarcaciones de
porte que en virtud de sus luces nos han de indicar su eslora. O la
situación en que navegan o no.
Comunicando situaciones: La “simple” luz
blanca de fondeo es por sí una nueva comunicación de
situación. En ciertas embarcaciones las luces nos comunican no
solamente la posición y rumbo de la embarcación sino
importantes situaciones. Ejemplo es la Draga que con sus luces nos
indica por que banda podemos navegar. Varado, sin gobierno o
efectuando un remolque, así como embarcación de pesca
en diferentes acciones, son situaciones que igualmente se comunican
por medio de luces en las embarcaciones. Dentro del parámetro
de seguridad toda embarcación puede comunicar a otra con la
que se encuentra de vuelta encontrada o en sobrepaso su presencia o
contestar la comunicación de otra embarcación con un
guiño de luz o una luz sobre sus velas (caso de veleros)
amplificando su presencia o bien haciéndose notar hasta en el
caso de los botes a remo.

La importancia de buenas luminarias: Las luces de
navegación deben imperativamente funcionar correctamente y
tener los colores e intensidades requeridas por las reglamentaciones.
De nada sirve llevar en un velero una luz a tope adonde el verde y el
rojo están desteñidos al punto de parecer blanco. Ello
es un peligro para cualquiera y por sobre todo para los mismos
tripulantes de la embarcación. Al respecto las disposiciones
internaciones determinan específicamente la intensidad de las
lámparas en las embarcaciones para las luces de navegación.
Y en los abordajes es recurrente la “culpa concurrente”
entre las embarcaciones. Luces correctas disminuyen las posibilidades
de confusiones en otros timoneles
Comunicando la Posición en Emergencia: Ante
una emergencia las luces pueden ser determinantes al momento de
comunicar la posición. Un buen reflector o busca huellas ha de
permitir señalar a quienes desean localizarnos a donde nos
encontramos al permitirnos emitir señales destacadas. Las
linternas o busca huellas podrán ser con cable a algun enchufe
de la línea de energía del barco o bien autónomas
por pilas o baterías. Las ventajas de las autónomas es
su posibilidad de traslado hasta un auxiliar inclusive.
El disponer de una luz estroboscopia en el tope de palo o cruceta de
un barco a motor o de un velero permite emitir una fuerte señal
lumínica para indicar posición. Cabe indicar que esta
prohibido el uso de strobos en navegación no así en la
señalización de posición en caso de emergencia
ya que nadie puede ser penado por dar a conocer su posición en
emergencia por el medio que sea. La ley que debe regir en las señales
visuales que hagamos en caso de emergencia ha de ser que las mismas
deben ser grandes, brillantes y distintas.
Las luces generadas con reflectores potentes no solamente dan
posición si no que pueden convertirse en avisos propiamente en
casos de emergencia y bajo situación de tener embaiciones a la
vista careciendo de otro tipo de posibilidad de avisos
(VHF/bengalas/Celular). Para ello bastará dirigir el haz
hacia donde se encuentran otras embarcaciones generando destellos
cortos hacia ellas y tratando de dar la idea de llamado de
atención. La posición en emergencia involucra al
hombre al agua. En ese caso el salvavidas o aro salvavidas dotado de
la luz automática ha de facilitar ubicar el punto de rescate
estimado. Dentro de las iluminaciones de emergencia no debemos
olvidar las bengalas que son iluminaciones pirotécnicas y
podrán ser tanto de mano como aéreas y hasta
dispositivos personales de bolsillo.
Luces en el cockpit: los instrumentos hoy día
vienen con sus luces en pantallas. Al momento de navegar los
instrumentos comunican hoy mucho mejor que hace años atrás.
Sin embargo la visión del timonel disminuye ante los estímulos
visuales. A la hora de hacer algo en el cockpit es necesaria una
buena luz y para ello una luz roja puede ser ideal para no privar de
visión al timonel.
Luces en pañoles. Podrán ser blancas o
rojas en aquellos que contengan los elementos de amarre o fondeos
para cuando se realiza maniobra no perjudicar al timonel en su
visión. Un punto importante para aquellos barcos con motor
interno es disponer de buenas luces en la caja de motor. De ese modo
ante un problema o trabajo a realizar se podrá operar rápido
y disminuyendo las posibilidades de errores.
Luces en cabina Muchas veces navegamos en la noche y
tenemos tareas dentro de la cabina. Desde consultar la carta, revisar
motor y hasta cocinar. Para ello es necesario disponer de una luz
roja que evite encandilar al timonel. Al menos hasta que podamos
evitar que la luz fuerte de una bombilla lo afecte.

Luces personales. Cuando hablamos de luces
personales hablamos de linternas personales. Ellas son las que con
una o dos pilas nos permiten disponer de una iluminación en
nuestro bolsillo o en la misma funda de nuestra navaja marinera o
cortaplumas. La navegación nocturna nos plantea la hipótesis
de caída al agua. En ese sentido es recomendable disponer de
una luz strobo tomada al brazo con velcro. La que en caso de ocurrir
la desafortunada situación de un hombre al agua genera en el
la posibilidad de encender su estroboscópica y ser localizado
con eficiencia y mayor rapidez. A estos fines existen luces (dentro
de la reglamentación SOLAS) que directamente encienden con el
contacto al agua. Y en ciertos salvavidas son de uso imperativamente
reglamentario. Hoy la aparición del led en la electrónica
hace modificar substancialmente la disponibilidad de larga vida de
energía en poco tamaño y peso en las linternas. Resulta
interesante la disponibilidad de linternas (incluso sumergibles) tipo
vincha o tipo minero que se colocan con elásticos en la
cabeza. Ellas permiten disponer de ambas manos al momento de
necesitarlas y además el rayo de luz se dirige automáticamente
adonde dirigimos nuestra mirada. Dentro del uso de linternas
personales toman entidad las pilas recargables que economizan en gran
medida el costo operativo de las mismas. Al hablar de costo operativo
en linternas no podemos dejar de mencionar las que (con distintos
sistemas) generan su propia electricidad por unos minutos de manera
mecánica-electrónica Hoy el mercado da opciones nuevas
y mejores en linternas personales.
Luces de cubierta. Las luces de cubierta
generalmente comunican que en la embarcación se están
realizando maniobras de algún tipo. Así encontramos la
llamada Luz de Spy que situada a medio palo en los veleros ilumina la
maniobra de proa y cubierta. Prácticamente en los veleros las
luces de cruceta que iluminan hacia abajo cumplen la misma función.
Muchos barcos en su arco radar llevan luces de popa que sirven en la
maniobra o para alertar a otra embarcación cuando esta dando
alcance.
Luces en la Maniobra: Hemos mencionado más
arriba las linternas o reflectores con cable o sin ellos. Ellas son
vitales en la maniobra. Normalmente muchas embarcaciones a motor
disponen de este elemento colocado en altura o bien en la proa y
accionado por control remoto. Esto nos plantea que las linternas o
reflectores son tan útiles en la emergencia como fuera de
ella. Y más de una vez los hemos de utilizar hasta dentro de
la misma embarcación.
Luces más allá de la embarcación:
Mas allá de la propia embarcación las luces también
nos comunican. Las boyas con su luz fija o destellos nos indican una
situación o bien el rumbo por el que deberemos preferentemente
navegar. Las balizas nos señalan y comunican el acceso a un
puerto o bien un accidente geográfico. Los faros son la
representación extrema de la comunicación de peligro y
accidente geográfico.

Navegación Nocturna: Más allá
de las luces con que comunicamos y nos comunican la navegación
nocturna nos plantea la necesidad no solamente de luces sino de tres
elementos básicos que son Seguridad (sobre nuestra posición
y lo que nos rodea) Atención (sobre lo que a nuestro alrededor
ocurre y las señales que recibimos) y Habitualidad (cuanto más
lo hagamos más fácil es la actividad y practicidad que
tendremos en ella)
Más allá de la práctica siempre serán las
cartas las que nos indicarán que es lo que debemos buscar y
ver. El tipo de luz y si fuera de destellos cuantos y sus
intervalos. Cuando buscamos una entrada de puerto o sus balizas y
este puerto esta cerca de una ciudad o pueblo pueden confundirse las
luces. Debemos recordar que el puerto esta alejado de la ciudad por
lo que al navegar paralelamente a costa las luces del puerto pasan
mucho mas rápidamente frente a nosotros.
Para tener visión de las señales lumínicas mas
acertadamente puede ser valido cerrar los ojos por tres o cuatro
minutos. Así se desarrolla la sensibilidad.
Para una mejor visión al tiempo de reconocer señales de
luces en navegación es conveniente: apagar el instrumental,
barrer la zona adonde estimamos la señal en pequeños
segmentos sin dejar resquicio y tener paciencia en cada segmento pues
las olas pueden ocultar la comunicación de la luz (caso muy
común en las boyas).

Mas allá de la formalidad: más allá
de la formalidad que nos plantean las normativas, disposiciones y
reglamentos marítimos. Las luces nos sirven para reconocernos
cuando nos deseamos encontrar con otra embarcación y
combinamos los comunicados VHF/Teléfono con el encendido o
apagado de ciertas luces para permitir que aquel que va a nuestro
encuentro nos vea o aquel a quien tenemos que localizar nos emita una
señal que nos permita encontrarlo en la noche.. Pues la
navegación mas allá de sus avatares y las delicias del
navegar tiene la satisfacción de llegar.... adonde están
nuestros amigos.
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