Prevenir
accidentes en la navegación
Los accidentes en la náutica existen. Y los que
navegan son sus participantes, espectadores o víctimas. Los
pequeños relatos que exponemos a continuación son
reales. Nos han sido contados por testigos y protagonistas, o bien
son del conocimiento público por su trascendencia. Solamente
algunos nombres han sido cambiados para proteger la
Pequeñas embarcaciones (misiles teledirigidos)
Vemos normalmente motos de agua que conducidas a alta velocidad
ingresan en lugares destinados al fondeo y baño. Otros
conductores las llevan zigzagueando entre barcos fondeados hasta
que... se incrustan en uno de ellos como saldo más
favorable.Un clásico es que las motos de agua pasen a mínima
distancia de otras embarcaciones o las veamos pasar en la oscuridad
cuando la Ordenanza 02/94 para artefactos navales determina que no
deben acercarse a menos de 30 metros de cualquier otra embarcación
y que no pueden navegar con niebla o de noche.
Algunos ejemplos
Es un fin de año. El Río San Antonio en su confluencia
con el Río de la Plata es el marco en el cual muchas
embarcaciones se disponen a pasar la noche del 31 de diciembre y
recibir al nuevo año. Por supuesto que con una cena. Diez de
la noche e ingresa en la zona una lancha de unos siete metros de
eslora que lo hace a velocidad media y levantando olas. Cerca de
veinte veleros y cruceros incluso de esloras grandes ven sus comidas
y bebidas caer de las mesas. En una de las embarcaciones una persona
de edad cae de un sillón y sufre fractura de cadera. Un mal
momento y un accidente causado por no mirar el contexto adonde y como
se navega.
Esa misma noche a las 12 algunos encienden bengalas vencidas para
festejar. En la cubierta de un crucero su tripulación no sabe
a donde huir pues quien encendió la bengala esta a barlovento
y todos reciben las chispas que vuelan. Gateando logran ir hacia
popa. El dueño del barco luego que la bengala se apaga
inspecciona y ve muchos puntos quemados en la cubierta. Sin duda que
la ignorancia acerca de cómo manejar una señal ígnea
fue la causante del problema que “por suerte” no pasó
de un gran susto y un par de miles gastados en pintar la cubierta.
Jorge tiene su casa enfrente de la pista de esquí en el Río
San Antonio. Su relato con humor es una pintura pues nos dice “Muchas
veces a lo largo del fin de semana estamos comiendo o disfrutando de
la isla cuando escuchamos “hiiiiiiii” y nos damos cuenta
que es el ruido de un motor de lancha girando en vacío. Otro
esquiador al que han llevado por donde no hay agua. Son terribles los
palos que se dan por no conocer la zona en que están
navegando”. La descripción de Jorge es precisa. No
conocen a donde navegan y remolcan a su esquiador.
Otro ejemplo
Adriana con su marido van navegando a vela hacia San Isidro. De
improviso sienten que a su espalda una mujer en la proa del velero
que les alcanza grita “Aguaaaaaa” mientras se les
abalanza por popa un barco unos cuatro pies más grande que el
propio. Sorprendidos por la actitud apenas alcanzan a poder variar su
rumbo mientras el velero que les estaba por embestir hace un giro de
360 grados para evitar colisionarlos. El velero los vuelve a
alcanzar nuevamente ya cerca de la farola de San Isidro y la señora
ahora con cara de pocos amigos les dice “Gracias...”. Sin
duda que esto nos muestra a alguien que desconoce el derecho de paso
y sus condiciones y pretende modificar de hecho las obligaciones de
un barco alcanzante.
“Un domingo vamos navegando por el Río Luján –nos
relató Roberto velerista de larga experiencia- siendo las
nueve de la mañana. El río prácticamente
desierto. Frente a Puerto Chico somos dos los que vamos navegando en
paralelo a una distancia de unos ocho metros. De repente de una
marina sale otro velero a motor y a rauda velocidad y teniendo el río
totalmente vacío se intenta colocar entre ambos barcos que
vamos a la par para sobrepasarnos. Preocupado lo miro y le pregunto
“¿¿¿Adonde vas???” Me mira y me
responde sonriente “¿Tenés miedo?”.
Realmente me sacó y mi respuesta fue -No tengo miedo. Pero me
parece una soberana estupidez que salgas con gente que no es del palo
(sus evidentes invitados) como un reverendo bo#*&# a buscar un
problema por inconsciente. Tenes todo el río libre y te tenes
que meter entre los dos que vamos cerca uno del otro. Redujo
velocidad y pasó a ambos barcos por fuera de sus derrotas. Al
menos en ese momento esa persona pudo pensar”.
Ignacio es un buen velerista. Le encanta correr regatas y mantiene su
barco y velamen impecable. Utiliza el motor lo menos posible. Sale
del club e ingresa a vela y cuando decide ir a un arroyo luego de la
jornada de paño también ingresa a vela. Olvida que esta
totalmente prohibido navegar a vela en canales de club y en arroyos.
Y lo olvida a pesar del incidente que tuvo en su club al quedarse sin
estropada y su velero ser abatido sobre otros veleros que estaban en
sus amarres. Con todo el ímpetu que una racha le pone de
través a una nave. Ignacio tuvo en esa ocasión dos
problemas: el motor no le arrancaba y los nervios le jugaron una mala
pasada pues no tuvo en cuenta filar sus escotas. Sus consocios no lo
olvidan en absoluto aunque Ignacio lo olvide.
Un velero va navegando por un tranquilo y ancho río. El
capitán acompañado de una dama sin experiencia (en
navegación) necesita hacer uso del baño. Le da el timón
y baja a la cabina. Antes ha mirado y calculado distancias y tiempos.
Pero el cálculo no ha sido exacto. Sin haber bajado la
velocidad el barco alcanza a otro. Como el timonel carece de la menor
idea de deriva, abatimiento y sobretodo de náutica y le
dijeron simplemente “llévalo derecho” -y no ha
movido nada -le pone la proa del velero a la popa de otra embarcación
enganchando su ancla en la regala y nervios del velero alcanzado.
Carlos el capitán argumenta al salir ante el estrépito
y luego de haberse enroscado ambos barcos “El timón lo
tenía ella”. Ni la necesidad del baño, ni la
velocidad son motivos para que por ceder el timón el capitán
de una nave reduzca su responsabilidad ante cualquier hecho que
suceda.
¿Que pasa cuando se produce un accidente?
Cuando se produce un accidente grave (incendio, quemaduras,
naufragio, colisiones) prefectura realiza un sumario.
El prefecto Mayor Eduardo Adolfo Olmedo es Jefe del Departamento
Náutico de PNA él conoce el paño de la náutica
deportiva desde su base. Y nos dice: “Cada accidente tiene sus
causas particulares. Para conocerlas PNA realiza de todo accidente
grave (las contravenciones las manejan las dependencias) un sumario
con intervención de la justicia cuando corresponde. Y Todo
sumario tiene su conclusión. Con pequeños elementos se
puede llegar a una conclusión. Así al final del sumario
se ven las razones que han motivado el acaecimiento”.
La pregunta que esto nos plantea es ¿Por qué se
producen los accidentes?.
El prefecto Mayor Olmedo nos da su opinión: “Normalmente
las Razones por las que se producen accidentes son varias. el
desconocimiento de la reglamentación sobre todo del Reglamento
Internacional para la Prevención de Abordajes o sobre las
responsabilidades. En esto están incluidos motoristas y
veleristas. Las Fallas de mantenimiento en el motor y materiales de
la embarcación son también causas que son atribuibles
igualmente al ser humano que no ha prevenido. Igualmente el
sometimiento a esfuerzos extremos de materiales no preparados para
ello.
¿Y en los medio limitados de navegación?
Leemos una noticia “Tres tripulantes de una pequeña
embarcación que naufragó mientras estaban pescando eran
hoy intensamente buscados” Al día siguiente : “Los
cuerpos fueron encontrados. Ninguno tenía salvavidas
colocado”.
Valga acotar que la mayor cantidad de muertes y desaparecidos en el
ejercicio de la navegación se da sobre embarcaciones menores
estando los pescadores muy presentes que hacer todo para evitar la
situación. Y le da la plena responsabilidad si no hace para
evitar (aunque tenga el derecho de paso).”
¿Como evitar los accidentes?
En términos generales las causantes de accidentes son en los
navegantes la improvisación y la omnipotencia y en este ultimo
sentido muchos relatos de bar de navegantes presentan a sus relatores
como genios y no como personas que han zafado de pura suerte del
riesgo.
Si se observan las reglamentaciones se pueden identificar y anticipar
los pasos que se han de producir y se sabe reconocer aquellos de los
que no se puede volver Si se identifican dichos pasos sin retorno
se los evita y no se produce el accidente”.
Cinco Principio básicos
para prevenir accidentes en la navegación
a) Preparar toda navegación en cuanto a saber de la zona,
metéo y circunstancias. b) Conocer los
límites personales y no sobrepasarlos. c)
Navegar mirando el escenario y los demás participantes. d)
Conocer las reglas de navegación, señales y las
responsabilidades del patrón. e) Tener
debido mantenimiento de la embarcación con que se navega.
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