La Copa Gitana-Viña Pomal en el Abra

La Copa Gitana-Viña Pomal 2016 para barcos clásicos, de época y espíritu de tradición, concluyó en las aguas vizcaínas del Abra en un fin de semana totalmente veraniego. Las embarcaciones de épocas pasadas, auténticas piezas de museo flotantes, retornaron como cada mes de julio junto a los J 80, que completaron su Campeonato de Bizkaia con triunfo del ‘Biobizz’ de José Azqueta. Por su lado, el ‘Starfire’ canadiense de Kaspar Schibli venció en los barcos de época, el ‘Artako’ de Juan Olabarri en los barcos clásicos y el ‘Taramay Urbegi’ de Javier Larrañaga lo hizo en la categoría de espíritu de tradición. Los tres mantuvieron el liderato de la Copa Gitana-Viña Pomal en aguas del Abra, al terminar primeros después de los tres recorridos programados por la organización del Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club. El ‘Starfire’, con pleno de victorias en las tres pruebas, se estrenó en la prueba de barcos de época, los botados hasta el 31 de diciembre de 1949 (con más de 67 años de antigüedad) y destronó al ‘Asti V’ de Ibon Basáñez. El ‘Artako’ sumó su decimoquinto título en los barcos clásicos (botados entre el 1 de enero de 1950 y el 31 de diciembre de 1975 -entre 41 y 66 años de antigüedad-) en una cita muy especial que empezó a disputarse allá por 1904. El ‘Artako’, ganador en los tres recorridos, superó al ‘Iris III’, ‘Cantarepe’ y ‘Atón’. Por su parte, el ‘Taramay Urbegi’ cumplió con su condición de favorito en otra de las clases, la de barcos construidos antes del 31 de diciembre de 1991 (espíritu de tradición). Además, el ´Biobizz’ de José Azqueta, con 5 puntos, se adjudicó el Campeonato de Bizkaia entre los monotipos J 80 por delante del ‘Mandovi’ de Ramón Zubiaga (13 puntos) y del ‘Fingolfin’ de Gonzalo Chávarri (17 puntos).

Acerca de Viña Pomal

Viña Pomal, la marca de vino riojana de Bodegas Bilbaínas, no ha dudado en sumarse al acontecimiento náutico con más historia del país y reafirmar así su indiscutible apuesta por lo clásico. Al igual que la Copa Gitana, desde su primera aparición en 1908, los vinos de Viña Pomal han sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder de vista sus características originales, además de saber encarnar la mejor tradición vitivinícola de la Rioja Alta. Es por ello que uno de los vinos más excepcionales del país, que se ha mantenido fiel al estilo del auténtico Rioja desde sus orígenes, ha querido sumarse a esta iniciativa y rendir homenaje a todos aquellos que como Viña Pomal rememoran lo clásico y lo tradicional.